Mejora tu piel desde dentro con una alimentación rica en antioxidantes, ácidos grasos saludables y bajo índice glucémico.
Evita los picos de glucosa: come porciones equilibradas y alimentos integrales. Duerme bien y mantente hidratado; tu piel refleja tu bienestar interno. Si los brotes persisten, consulta a un dermatólogo para descartar causas hormonales.